¿Qué son los trastornos témporo-mandibulares?
by Dr. Alejandro Estrada Martínez
Máster en Rehabilitación Protésica y Oclusal integral, Universidad de Oviedo
Los trastornos temporomandibulares o disfunción temporomandibular son todos aquellos signos y síntomas que afectan tanto a los músculos como a las estructuras óseas de la boca.
Para entender porque se producen estos desórdenes, primero debemos saber que la mandíbula es un hueso independiente del cráneo, que se articula mediante dos cóndilos (izquierdo y derecho) con el hueso del cráneo gracias a la acción de los diferentes músculos y ligamentos, que mantienen la mandíbula en su lugar y le permiten realizar todos los movimientos necesarios.
Por lo tanto podemos decir que la articulación va a estar compuesta, principalmente, por huesos y músculos.
Como todas las estructuras en el cuerpo humano, cada músculo y cada hueso tiene una posición determinada y cumple una función concreta. Existe una posición en la que la articulación, los músculos y los ligamentos se encuentran sin ningún tipo de tensión, es decir, relajados. Esa posición se denomina Relación Céntrica, y según diferentes artículos, menos del 5% de la población, tiene las articulaciones en dicha posición. Esto es debido a que es la posición de los dientes, la que va a determinar el lugar donde se asentarán las articulaciones. Si esa discrepancia supera los 2 milímetros, el riesgo de padecer algún trastorno temporomandibular es mayor. Es por eso, que una correcta posición de los dientes, y una buena interdigitación de ambas arcadas dentarias, van a proporcionar una mejor y mayor estabilidad de la articulación, que se traducirá en un menor riesgo de padecer problemas, tanto articulares como musculares, a largo plazo.
La “malposición de las articulaciones” por sí solas no tiene porque producir ninguna patología, si no que debería estar asociado con algún tipo traumatismo.
Existen diferentes tipos de traumatismos, aunque principalmente los podemos clasificar en microtraumatismos, que son aquellos traumatismos que generan un aumento de la presión en la articulación de forma continuada, pero de poca intensidad. Y macrotraumatismos, que son aquellos que provocan un desajuste importante en las articulaciones e un momento determinado, como puede ser una agresión, un accidente de coche, una caída etc.
Estos traumas, ya sean unos u otros, van a provocar un desajuste, más o menos grave, en las articulaciones y por lo tanto, es posible que exista la necesidad de tratamiento.
Los microtraumatismos son aquellos provocados, principalmente, por el bruxismo o apretamiento de los dientes. Cuando apretamos los dientes, generamos un aumento de la presión en la articulación temporomandibular, y si además se suma a una posición inadecuada, el problema podría agravarse.
Al final es como si queremos hacer el Camino de Santiago. ya que vamos exigirle mucho a nuestros tobillos, rodillas y cadera, lo lógico es que lo hagamos con un calzado cómodo, que nos proporcione una mayor estabilidad, y no con tacones, por ejemplo.
La siguiente pregunta que necesita respuesta es; ¿Por qué apretamos los dientes?. Esta es una de las preguntas más estudiadas en el campo de la disfunción temporomandibular y no parece que haya una respuesta única. Si bien es cierto, el estrés es uno de los factores más importantes a tener en cuenta. El ser humano necesita liberarse de las tensiones provocadas por una vida ajetreada, intensa. Es decir, necesita liberarse del estrés. Es por tanto que un alto porcentaje de la población libera dicha tensión en forma de apretamiento de los dientes o bruxismo, tanto nocturno, como diurno.
Sintomas más frecuentes del trastono témporo-mandibulares
Los síntomas más frecuentes de disfunción temporomandibular son los dolores de cabeza, de los músculos de la cara, sensación de tirantez, limitación de la apertura bucal, dolor al abrir o cerrar o incluso imposibilidad de realizar los diferentes movimientos mandibulares.
El tratamiento de esta “enfermedad” suele tener varios campos de actuación. Por un lado es posible necesitar ayuda de fármacos con el fin de reducir inflamación o provocar una relajación de los músculos contraídos durante largo tiempo. Por otro lado, es posible que necesitemos la ayuda de la fisioterapia (mediante diferentes técnicas como la punción seca).
Cómo abordemos cada patología dependerá del origen de la misma, pero lo que en la mayor parte de los casos haremos, será la fabricación y colocación de una Férula de Descarga (en principio únicamente por la noche).
Una férula de descarga es un dispositivo acrílico duro que utilizamos para desplazar la mandíbula a una zona de confort, donde cuando apretemos los diente, no sea tan lesivo. A día de hoy, no tenemos ninguna forma para hacer que los pacientes dejen de apretar. Donde si podemos actuar es haciendo que los pacientes aprieten en una posición cómoda, además de contra un plástico y no diente contra diente.
Por lo tanto una férula de descarga nos permitirá corregir la posición de la mandíbula, haciendo que tanto los músculos como los huesos esten en su zona de confort, ademas de proteger el desgaste dental provocado por un roce excesivo de los dientes.